viernes, 27 de noviembre de 2009

LITERATURA ECUADOR - Freddy Tumbalobos

Este no es artículo al uso. Hoy no voy a hablar del último libro que me he leído si no que voy a anunciar una separación. Desde hace un par de meses abrí un nuevo blog, uno dedicado exclusivamente a narrativa escrita en la República del Ecuador (es por ello que últimamente he escrito reseñas de muchos libros ecuatorianos). He dedicado muchos esfuerzos a esta nueva página (incluso he escaneado los libros que he leído y los he colgado para que cualquiera pueda descargárselo).
Hasta ahora los post que colgué (a razón de uno por semana) los había sacado directamente de este mismo blog, pero ya ha llegado el momento de independizarlo. A partir de ahora los artículos sobre libros ecuatorianos se publicarán exclusivamente en el nuevo blog. He tomado esta decisión porque quiero mantener el ritmo de publicar un artículo a la semana pero no quiero que este blog sea monotemático.
Bueno, no me alargo más. Para los que no lo conozcáis podéis visitar este blog en el siguiente enlace:

BannerFans.com

lunes, 23 de noviembre de 2009

MORT - Terry Pratchett


Título: Mort
Autor: Terence David John Pratchett(Beaconsfield, Buckinghamshire, Reino Unido, 1948)
Año de publicación: 1987
Título original: Mort
Edición: Random House Mondadori,
colección Debolsillo, tercera edición, julio 2008

Traducción: Cristina Macia (con la colaboración de Celia Filipetto)
Páginas: 285
------------------------------------------------------------------------------------------------


En esta cuarta entrega de la hilarante saga del Mundodisco, Mortimer es un joven soñador y despistado a quien le toca en suerte una inesperada tarea: convertirse en aprendiz de la Muerte y aplicarse en liberar almas de su envoltura carnal. A decir verdad, Mort no está demasiado capacitado para ello, y en una de sus primeras misiones, liberar el alma de una atractiva princesa que está a punto de ser asesinada, decide en su lugar "liberar" el alma del asesino, interfiriendo así en los designios del Destino y provocando el consiguiente desaguisado. Por su parte, la Muerte, habiendo delegado buena parte de su trabajo en Mort, se dedica a beber, jugar a los dados y embarcarse en enrevesadas reflexiones filosóficas...


"Mort" es el cuarto libro de la saga Mundodisco. Como ya he comentado los tres anteriores este artículo será de una extensión inferior a la habitual porque gran parte de lo que puedo decir sobre esta novela ya lo he dicho con las otras.
Mort es un joven desgarbado (Fernando Fernán Gómez lo describiría como un zangolotino, aunque Pratchett prefiere decir de él que parecería que su cuerpo está compuesto en su mayoría de rodillas), hijo de un granjero. Debido a su nula aptitud para las tareas del campo el padre decide buscarle una colocación. La única que encuentra es la de aprendiz de La Muerte. La Muerte, por su parte, está buscando un heredero, alguien para que se case con su hija y a quien legarle su puesto. Encuentra a Mort. La novela nos cuenta cómo Mort aprende el oficio y cómo en su primera salida en solitario pone en peligro la naturaleza misma de la realidad, situación que no hará otra cosa que complicar.
Como ya he repetido en los post que he dedicado a las otras obras del autor, esta es una lectura realmente divertida. Los personajes son muy carismáticos (pos supuesto la palma se la lleva La Muerte, pero el protagonista es de los mejores personajes que han aparecido en la saga), las situaciones son hilarantes y, por encima de todo, la forma de escribir de Pratchett es muy cómica. La manera en la que describe los lugares y los personajes, los símiles, los continuos juegos de palabra (no quiero ni imaginar la terrorífica tarea que debe ser para la traductora adaptar este texto al castellano, aunque lo hace también como siempre), todo esta construido para arrancar una carcajada al lector.
Sin embargo…
Me duele decirlo porque me lo he pasado muy bien leyendo "Mort", pero esta obra tiene un "sin embargo". Su problema es que lo que nos narra es lo de siempre:
Personaje insignificante/perdedor/patán que se convierte en aprendiz de un oficio especial (hechicero, bruja, muerte). Dicho personaje, por accidente, desencadena un Apocalipsis. Hay viajes con los que vamos conociendo la geografía del Disco y acaba con un Gran Hechizo hecho en la Universidad Invisible.
Supongo que no es algo muy reprochable. No creo que alguien que se compre una novela de Ferry Pratchett lo haga esperando algo distinto a eso, pero la sensación de deja vù afea la experiencia de leer esta obra.
Honestamente no me queda mucho que añadir para estirar el artículo. Si acaso diré que Rincewind hace un cameo, y eso le hace subir la nota.

Puntuación: 78 sobre 100

domingo, 1 de noviembre de 2009

HISTORIAS ESPECTRALES - Edgar Allan García


Titulo: Historias espectrales
Autor: Edgar Allan García (Guayaquil, Ecuador, 1959)
Año de publicación: 2006
Edición: Alfaguara, serie Roja, primera reimpresión, marzo 2007
Páginas: 140, prólogo + 15 cuentos + estudio



-------------------------------------------------------------------------------------------------


Luego del enorme éxito conseguido por Leyendas del Ecuador, aquí está lo que podríamos llamar una continuación para lectores jóvenes y adultos. En esta ocasión, Edgar Allan García ha logrado recrear espacios y personajes que a más de uno le pondrá la piel de gallina y le helará la sangre, por lo que recomendamos que la mayoría de estas historias no se lean de noche, ni mucho menos a solas, a menos que se consideren muy valientes.
Los mitos, leyendas y cuentos de este libro, y su intensidad, son una gran enseñanza sobre el Ecuador profundo, alimentado desde siempre de magia y misterio. Estamos convencidos de que este libro se convertirá en un verdadero clásico de la literatura infantil.

Hoy me toca comentar el último de los libros de relatos de los que me traje de mi reciente viaje a Quito. Todos los libros ecuatorianos que comentaré desde ahora hasta dentro de bastante tiempo serán novelas. Y el broche con el que cerraré este ciclo (ciclo que abarca “Leyendas y tradiciones quiteñas”, “Novelitas ecuatorianas” y “Estampas de mi ciudad”) es inmejorable. El libro del que voy a hablar a continuación me ha parecido el más ameno y el más regular.

“Historias espectrales” es una colección de cuentos cortos, ambientados en distintas localizaciones dentro de la República del Ecuador (considero un gran acierto el situar cada uno de ellos en su correspondiente lugar antes de comenzar cada historia), en los que se narran leyendas populares. La colección en sí está dedicada a un pueblo juvenil aunque no por ello se debería esperar que el autor se haya comedido con la atmósfera. Un claro ejemplo es el cuento titulado “El Supay”, digo heredero del mejor Lovecraft. Sí es cierto que aunque un fondo tenebroso fluye bajo la superficie de la mayor parte de los relatos García esquiva mostrarnos imágenes truculentas o situaciones realmente desagradables. Por ello, aunque en determinados momentos podemos sentirnos agobiados por la ambientación de algún cuento determinado (he de volver a referirme a “El Supay”; además de ser el cuento más largo es el más escalofriante y conseguido), hemos de decir que no son relatos de terror. Y me queda claro que no lo son porque el autor no lo ha querido. Si hubiera decidido desarrollar las historias por ese camino seguro que lo habría podido hacer, aunque la calidad del conjunto de la obra habría mermado.
“Historias espectrales” se puede considerar la continuación directa de la obra que dio a conocer al autor al gran público: “Leyendas del Ecuador”. No puedo hablar mucho de ese libro porque no lo he leído, pero lo conozco porque hay colgadas en la web unas grabaciones de audio que son, ni más ni menos, narraciones/representaciones de algunos de los relatos del libro mencionado. Para mí fue bastante como para que me sonara el nombre del autor (un nombre muy fácil de recordar y muy apropiado, pues su estilo a la hora de escribir recuerda bastante a Poe). Por lo que he podido comparar “Leyendas del Ecuador” e “Historias espectrales”, los cuentos que aparecen en este último parecen descartes del anterior, los cuales, por su temática, merecieron figurar en una obra diferente. Porque, si bien lo que diferencia ambos libros es que en el primero se cuentas leyendas más generales de estas tierras mientras que “Historias espectrales” está dedicada a aquellas que tienen relación con lo sobrenatural (algunas, que el último de los cuentos, “Bella Aurora”, sólo nos muestra cómo eran los festejos taurinos en el Quito colonial), el nexo de unión es la forma tan particular de narrar y reescribir las tradiciones populares que tiene Edgar Allan García. Uno de los cuentos que escuché de “Leyendas del Ecuador” es el titulado “El Yavirac”. Me resultó una historia muy interesante, un ejercicio de imaginación en el que el autor fusionaba elementos y formas tomadas de “Las mil y una noches” con el ambiente propio del fin del incario. No fue hasta después que me di cuenta que lo que me había contado García en ese cuento era la popular tradición de “La olla del Panecillo”, una de las más conocidas del Ecuador.
Lo mismo ocurre con esta obra. Sólo hay que buscar un poquito para encontrar que la base de los cuentos de este libro están ahí, que desde hace años se asustan a los niños de Zámbiza con la aparición de la Piedra yumba o que todo el mundo sabe que entre los muros de alguna vieja casona el Alamor hay una mujer emparedada esperando que la encuentren. La virtud del autor está en construir un clima de fábula alrededor de sus historias.
Sobre el estilo sólo pudo decir que García sabe adecuarlo perfectamente a lo que pide cada uno de sus relatos. Si el cuento está narrado por un anciano a un grupo de niños el estilo será sencillo, suave y el narrador salpicará su discurso con canciones y poemillas. Si la historia la cuentan los herederos de Naún Briones (me basta que aparezca este nombre en texto para que despierte mi interés; próximamente releeré y comentaré “Polvo y Ceniza”, de Eliécer Cárdenas, una de mis novelas favoritas), el tono será repetitivo, monótono, truculento y desordenado, como si realmente fuera un bandido analfabeto el que lo estuviera contando.
En fin, una colección de cuentos muy grata aunque algo escasa, ya que la mayor parte de ellos se despacha en un par de páginas. De hecho me gustan mucho los hiperbreves (los que están bien hechos, que algunos autores se escudan con la excusa de la economía de palabras para justificar su pereza), pero algunos de estos cuentos pedían, a mi entender, una mayor profundidad.

Puntuación: 88 sobre 100


Búsqueda personalizada